Me uno a todos los blogs que a estas horas ya han expresado su solidaridad hacia las víctimas del atentado; como debe ser, en un día en el que no cabe hablar de otra cosa y en el que todos debemos alzar un grito contra Al Qaeda. No encuentro ni existen las palabras justas para denominar a esta banda de asesinos, no tienen nombre; el término más moderado con el que referirse a ellos podría ser: Animales de mente infecta,
Enfermos.
Me ahorraré datos, estadísticas y números, que a estas alturas ya son conocidos por todos y que saldrán por las televisiones a lo largo de todo el día de hoy, y en algún tiempo. Yo sólo puedo pensar en las vidas perdidas, demasiadas. Personas: Hombres, mujeres, jóvenes y niños a los que les arrebataron
la vida en un instante, un instante previamente maquinado por una pandilla de innombrables.
Qué poco ha costado plantar nada menos que 13 bombas en una estación de Madrid, qué poca seguridad. Ni yo, ni nadie, se podía imaginar que coger un tren de cercanías para ir al trabajo, a la escuela, o a dar un paseo podría costarte la vida. Y sigo pensando en tantas vidas... Personas que aún tenían cosas que hacer, experiencias que descubrir, cosas buenas que transmitir al resto del mundo, y que ni de lejos podrían haber sospechado que esta mañana,
11 de Marzo, iban a dejarnos para siempre sin decir adiós. Sobran más palabras.
Hoy es un día de luto