Extrañamente, no es una película de la que haya oído hablar nunca, sólamente y gracias a un amigo conozco de su existencia. Aunque se nota que no es una superproducción en las que se tira la casa por la ventana, puede observarse que el
bajo presupueto utilizado ha sido bien aprovechado y el resultado es perfectamente decente.
En una época indefinida, una ciudad se halla inmersa en una
noche eterna, donde el sol no sale nunca. Fachadas polvorientas, edificios góticos, paredes viejas que guardan un gran secreto. John Murdoch se despierta de lo que parece un sueño, confuso en una habitación desconocida, ha perdido casi toda su memoria y es perseguido por unos misteriosos hombres. En realidad todo parece un sueño en esta película, en la que todos los personajes son tristes partícipes, marionetas en un engaño a gran escala. Un
engaño que el espectador irá desenterrando paulatinamente a través de los ojos del protagonista, que a su vez irá descubriendo que, sólo él, posee el poder necesario para cambiar las cosas, para librar a esta ciudad sin nombre, de la oscura conspiración que la ciega y la controla desde las sombras.
Un principio desconcertante, un desarrollo que te meterá de lleno en la historia, un desenlace desvelador y sorprendente y, un final romántico. Esta película se convierte en una obra a tener cuenta para pasar un buen rato, con el siempre bienvenido añadido de ver
algo distinto que de seguro te dará que pensar.
Canción del día:
Anita Kelsey - Sway